Un pastor en Pensilvania glorificó a Dios por lo que describió como un evento milagroso, cuando un tornado de categoría F1 destruyó el techo de su iglesia mientras aproximadamente 100 personas estaban adorando adentro el sábado por la noche, y todos salieron ilesos sin sufrir heridas graves.
Amigos, sólo quiero que sepan que anoche fui testigo de lo que yo diría que es un milagro», dijo el domingo el reverendo Ken Barner de Crossroads Ministries en Finleyville en un discurso en línea dirigido a su congregación.
«Nunca pensé que vendríamos a ustedes en estas circunstancias. Como la mayoría de ustedes ya saben, nuestra iglesia fue azotada por un tornado anoche», agregó, explicando que su esposa, Rhonda, estaba dirigiendo la alabanza y la adoración cuando el tornado «subió la colina» y saqueó la iglesia con todos adentro.
«Estábamos teniendo el servicio del sábado por la noche. Mi esposa estaba allí cantando y dirigiendo la adoración al Señor, y cantábamos alabanzas al Todopoderoso, el Rey de reyes y el Señor de señores. Y la última vez había entre 75 y 100 personas aquí. noche teníamos bebés allí para las dedicatorias de bebés. Tuvimos varias familias nuevas que nunca antes habían estado en la iglesia, y Dios estaba con nosotros»
Según el pastor, el tornado golpeó las oficinas de la iglesia y los baños del lugar, muy cercanos al salón principal.
«El tornado subió la colina alrededor de las 6:14 pm, subió y arrancó el techo de ese edificio y lo envió al bosque», dijo.
«Sólo tengo que decirles que Dios estaba con nosotros. El campanario fue derribado. Los autos resultaron dañados. Nadie resultó herido. Hay algunos cortes, moretones y golpes, como se pueden imaginar, pero nadie tuvo que ser hospitalizado, que sepamos, y estamos simplemente agradecidos por eso», añadió.
Un video en Facebook muestra a la congregación durante un tornado en la iglesia. Los presentes experimentaron miedo y preocupación, siendo evacuados al sótano por miembros del departamento de bomberos.
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When the amphitheater had cleared I crept stealthily to the top and as the great excavation lay far.
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Then going through some small strange motions with it—whether indispensable to the magnetizing of the steel, or merely intended to augment the awe of the crew.